Sobre Nosotros

Mi camino en el mundo del café de especialidad comenzó en la hostelería. No te sorprende, ¿verdad? Es donde la mayoría comienza. Siempre me gustó organizar pequeños eventos dentro del sector de la gastronomía con el afán de servir a los demás, y en una de mis búsquedas para aprender a servir mejor, encontré una cafetería en mi ciudad: Amberes, en Bélgica. Allí descubrí por primera vez un espresso que me agradó sin necesidad de ponerle azúcar. Hasta tenía un poco de cremosidad. Me surgió entonces la curiosidad de cómo se hacía ese buen espresso. Quería saber qué cosas había detrás y como se creaba esa bebida mágica. Hacer las cosas con tanta pasión y ganas de aprender me llevó a ser reconocido por alguien que solía trabajar para una empresa enorme que se dedicaba a distribuir café. Ellos vieron en mí un chico joven con mucha pasión por comunicar, así que me ofrecieron trabajar para ellos dando formaciones a sus clientes y comerciales. Allí se encargarían de enseñarme todo lo que necesitaba saber de café.